CANTOS POR FANNY JEM WONG
CANTO PRIMERO –“LLORAN LOS POETAS” El jardín de turquesas y amatistas Agoniza bajo los pies de rameras Danza sangrienta de infernales entes Sacudiéndose la sangre de sus furiosas espadas. Sincronización, condensación perfecta Metales impuros, crueles asesinos Combate desigual, torrente que arrastra Corriente de puñales que se clavan por la espalda. Lloran los poetas decepciones En linfa de crudo hierro y acero Pretenden doblegarlos ¡Asesinos! El carácter de sus plumas se revela y lucha. Lo arrastran Lo hunden Lo clavan Lo atropellan Lo amordazan Lo patean Solitario jardín de esmeraldas y jades Lloran los sauces ríos de sales Turquesas y amatistas pierden sus luces Las esperanzas corren hacia las horas muertas. La belleza que oculta bajo cada piedra de mi casa Será en su momento revelada No se puede ocultar la luz del sol con un dedo Podrán arrastrar el honor y la verdad Hacia páramos fríos y oscuros. Quizás hacer del poeta carne para hienas Pero las manos del pulidor recuerden… es sabia Mientras haya vida, la rueda del tiempo gira Acción - reacción no podrá ser detenido. Patrones templados invisibles Revelaran en el momento justo verdades Piedras milenarias pulirán nuevas armas Y el canto del poeta renacerá de las cenizas. La marca del fuego protege su pluma Renacerá y pintara nuevos cantares Se vestirá de fiesta aunque tapien su ventana Y mostrara el rostro con la frente altiva. Y aunque hoy solo reciba silencio espeluznante Volverán a brillar las flores de piedras celestes El canto del alma nunca será acallado Y volveré a escuchar del poeta sus alabanzas. Entonces podré gritar con toda mis fuerzas En el jardín de las turquesas, Amatistas, esmeraldas y jades ¡Renace Poeta! ¡Canta Poeta…Canta!
CANTO SEGUNDO – SACUDAN EL POLVO Y LA MISERIA Aquí dentro de mi casa camina hoy la muerte Secuestrando las almas de mis hermanos Los espejos muestran rostros distorsionados Mientras sus cantos son lapidados. Oigo la voz de una conciencia suprema Que dice: ¡No! ¡Hoy no te comas las ranas! No comprendo qué sucede en mi casa Por qué entre hermanos se punzan las llagas. ¿Es acaso que el santuario se cae a pedazos? ¿Es acaso solo un castillo de naipes que se desarma? ¿No es la vida ya bastante complicada y dura Para perderla absurdamente y ensuciarla? Los muertos solo satisfacen las lenguas Mientras se frotan furiosos las entrepiernas ¿Por qué no sacudirse el polvo y los cuernos? ¿Por qué aceptar miserias y egoísmos que matan? Liberen poetas con entereza los cantos celestiales Destierren los desechos putrefactos de las aguas No arrastren las flores y la causa por el fango No hagan leña de los árboles caídos que lloran. No levante espuma verde y grueso esputo No metan más los dedos en las llagas Es acaso que nadie comprende que no hay que hacer mal Porque se cosecha lo que una vez fue sembrado